Ya sea de un restaurante o de
nuestro hogar, la cocina es un espacio que ha de mantenerse escrupulosamente limpio,
y la tecnología del ozono puede
ayudarnos de forma definitiva en esta difícil y exigente tarea.
En el ámbito de la cocina, estos
dispositivos logran una alta desinfección por ozono en agua o en aire. Sus usos son muy amplios, y su eficacia
depende de la elección del equipo adecuado para cada fin.
Muchos de los generadores de ozono que pueden sernos
útiles para la cocina han sido fabricados para ser versátiles y multifuncionales
al mismo tiempo. Los ozonizadores de aire y agua nos sirven tanto para
desinfectar ambientes (armarios, despensas, neveras) como superficies
(bancadas, fregaderos, suelos y paredes), utensilios, alimentos de corta
durabilidad y demás objetos culinarios (bayetas, la vajilla u otro menaje de
cocina...).
Por contra, los ozonizadores de agua (de tamaño mini
adaptados al grifo, murales o portátiles) inyectan el gas en ésta para desinfectar
mediante el lavado. Y, por su parte, los ozonizadores de aire hacen lo propio
para purificar la atmósfera (desodorizar y desinfectar al tiempo) de la cocina,
incluso en el interior de la nevera y, si nos interesa, también en otras
estancias gracias a su movilidad.
Algunos otros, sin embargo, sólo sirven
para realizar una función determinada o han sido diseñados a la medida de unas
necesidades muy concretas del usuario. Suele ser el caso de usos profesionales
en cocinas del sector Horeca.
En este segundo gran grupo
podríamos incluir el ozonizador que
desinfecta cuchillos, tijeras, guantes y otros utensilios de cocina o los
generadores de ozono aplicados a las lavadoras o lavavajillas de uso hostelero
y también doméstico.
Así, por lo general los generadores de ozono pueden satisfacer muy distintas necesidades para una limpieza
profunda en la cocina. Su uso combinado en función de las necesidades consigue
que la cocina sea un lugar seguro y fresco, donde dé gusto estar, cocinar y
comer.
En su mayoría se trata de
dispositivos de fácil instalación y manejo, muy útiles para cuestiones tan
fundamentales como evitar contaminaciones cruzadas, mejorar la conservación de
los alimentos y la calidad del ambiente sin enmascarar olores ni dejar residuos.
No en vano, el ozono es uno de los desinfectantes y desodorizantes más potentes
e inocuos que se conocen.