El ozono es nuestro gran aliado para el logro de una higiene
personal perfecta, tan duradera como saludable. No en vano, gracias a los
ozonizadores de última generación que nos brinda el mercado podemos disponer de
un arma infalible contra los olores corporales en general y, en particular,
contra el siempre tan molesto olor a pies.
La mejor manera de sacarle el máximo partido a la tecnología del
ozono en este ámbito es seguir una serie de pequeños consejos de sencilla
aplicación. Acabaremos con las molestias propias de los malos olores de los
pies con un simple lavado con agua ozonizada.
En concreto, se aconseja realizar un lavado diario para conseguir
unos pies libres de olores, así como una piel hidratada y suave, sin
imperfecciones ni pequeñas heridas, ya que el agua ozonizada también ayuda a su
cicatrización.
El efecto lo consigue un proceso conocido como ozonólisis,
consistente en una oxidación de los elementos que producen el mal olor,
incluyendo el sudor, la suciedad, toxinas y agentes patógenos como bacterias,
hongos y demás amenazas para la salud de nuestros pies.
En concreto, programaremos el temporizador del dispositivo entre
15 y 20 minutos y realizaremos un lavado incorporando el ozono en el agua
mediante una piedra difusora. De este modo, el simple contacto con agua
ozonizada durante este corto periodo de tiempo nos proporcionará inmejorables
resultados.
Si preferimos un baño o una ducha a poner los pies en remojo,
utilizar agua ozonizada nos sirve por igual en ambos casos, siendo igualmente
eficaz en ambos casos pues, más allá del tiempo de exposición, lo importante es
la regularidad en el uso.
Además de lavarnos los pies con agua ozonizada, hay otras
recomendaciones que nos ayudarán a mantener nuestros pies frescos y
desodorizados. Por ejemplo, resulta clave mantener las uñas cortas y limpias,
secarse los pies con cuidado para evitar humedades malolientes y, algo
fundamental, elegir zapatos de materiales naturales y con un diseño lo menos
cerrado posible.
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