Un
ozonizador casero de aire puede ofrecernos utilidades muy variadas para atacar
distintos puntos críticos relacionados con la limpieza del hogar, desde la
higiene más cotidiana hasta una limpieza más espaciada en el tiempo, que
refuerze aquella.
Como es
sabido, sus funciones principales están relacionadas con el logro de una profunda
e inocua desinfección y desodorización de atmósferas y superficies, lo que
incluye desde ambientes enrarecidos en cualquier estancia de la casa hasta
tratamientos para higienizar el calzado o la ropa, tejidos, tapizados, muebles,
paredes, juguetes o, pongamos por caso, también accesorios de las mascotas.
Frente a
otros sistemas de limpieza o tecnologías, el ozono es la opción más eficiente e
inocua. No en vano, se trata de un gas natural que desinfecta sin suponer efectos
secundarios de ningún tipo para personas ni tampoco para el medio ambiente.
La
obtención de una profunda e inocua higiene doméstica a nivel ambiental y de
superficies se traduce, en efecto, en un sinfín de utilidades, como las que
vamos a ver a continuación.
La
desinfección y desodorización sin necesidad de lavar con agua es otra de sus
grandes utilidades. Los ejemplos de uso son innumerables. Desde un lavado en
seco de colchas, sofás, alfombras, cortinas, abrigos o peluches hasta, sin ir
más lejos, la higienización del calzado o de cualquier otro objeto que no
deseemos o no podamos lavar.
Esa misma
desinfección y erradicación de olores es idónea para limpiar la atmósfera, ya
sea ambientes interiores enrarecidos y malolientes por factores de todo tipo,
como el tabaco, basura, pañales recién cambiados, los olores típicos de la
mascota, del cuarto de baño, olores a pinturas o barnices, pegamentos, objetos
plásticos y, en fin, aquello que desprenda un olor que resulte contaminante.
Eliminar
alérgenos casi en un ciento por ciento es también un utilidad clave que podemos
lograr con un ozonizador casero de aire. El mismo tratamiento que desinfecta y
desodoriza acaba con partículas alergénicas, entre otras el polen, restos de
ceniza del tabaco, pelos y caspa de animales,
polvo, ácaros, compuestos
químicos volátiles...
En todos
los casos, en cuestión de minutos habrá finalizado el tratamiento ozonizador,
cuya actuación se lleva a cabo de forma automatizada o, en todo caso, mediante
un temporizador que nos permite una gran comodidad de uso.
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