El tratamiento de las aguas residuales
en las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) utiliza el ozono en la última fase del proceso, la
correspondiente a la desinfección del agua
para que cumpla los estándares reglamentarios.
El reciclaje de las aguas residuales busca su reutilización
de forma sostenible y segura en ámbitos tan distintos como el riego agrícola,
de jardines, campos de golf o su uso en procesos industriales, pongamos por
caso.
Se trata de un complejo proceso que utiliza mecanismos
físicos, químicos y biológicos para descontaminar el agua proveniente del uso
humano (agua doméstica y de uso industrial).
Aunque el ozono puede utilizarse en distintos momentos del
proceso, el tratamiento más habitual
comienza atrapando residuos sólidos de gran tamaño con sistemas mecánicos
(tratamiento primario), luego continua con el desarenado, sedimentación y
separado del material biológico (secundario) para acabar con su desinfección con ozono, filtración o con cualquier otro proceso conveniente
(terciario).
Dentro del tratamiento terciario actúa el ozono con su gran poder oxidante, capaz
de clarificar, desodorizar y mejorar la calidad del agua de forma importante.
Su uso es fundamental para el logro de una garantía sanitaría y, desde el punto
de vista práctico, para dejar el agua lista para su nuevo uso. También
para una simultánea incorporación al medio ambiente sin los riesgos
medioambientales típicos de los vertidos de aguas.
En situaciones de difícil depuración, el uso de generadores de ozono se acompaña
del uso de radiaciones UV para la destrucción de microorganismos patógenos y de
otras partículas nocivas presentes en el agua. Éste es sólo un ejemplo de las
posibles combinaciones entre sistemas para el logro de un agua con la calidad
requerida: el peróxido de hidrógeno filtros de distintos materiales o pantallas
rotantes son algunas otras opciones para conseguir los mejores resultados con
las aguas residuales problemáticas.
Además de purificar las aguas residuales, los equiposgeneradores de ozono pueden ozonizar
posteriormente ese mismo agua para
dotarla de una gran capacidad desinfectante sin dejar residuos, y cuya conveniencia
dependerá del uso. Debido a la corta duración de los efectos del ozono en el agua, es obligado generarla
in situ en el momento inmediato de su utilización.
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