La desinfección con ozono es altamente efectiva en la destrucción de bacterias, virus, detergentes, pesticidas, fertilizantes, humos, hidrocarburos y otros compuestos nitrogenados, orgánicos e inorgánicos de alta toxicidad presentes en las aguas residuales procedentes de la actividad industrial.
Son óptimos los resultados obtenidos por oxidación química con ozono en aguas residuales generadas por industrias como las papeleras, textiles, de pinturas y barnices. En concreto, el ozono es de gran utilidad en el tratamiento del agua que contenga elementos tóxicos, colorantes, espumación y olores fuertes, obteniéndose un agua más sostenible para el entorno, en caso de vertidos, y también mucho más segura para una posible nueva utilización.
Su empleo también elimina la presencia de metales pesados disueltos en el agua, y en este caso los resultados se refuerzan si combinamos la ozonización con métodos de sedimentación o filtración posteriores.
La tecnología del ozono para la purificación de afluentes industriales resulta efectivo porque, entre otras ventajas, no deja residuos secundarios, reduce la típica formación de espuma, la concentración de carbono orgánico, desodoriza, oxigena los afluentes y, a diferencia del cloro, el agua conserva o resupera su potencial de vida (ideal para la incorporación de vertidos a la naturaleza, sobre todo la vida acuática en ríos, arroyos y demás acuíferos). Asímismo, el ozono tiene superior eficacia que el cloro para eliminar el cianuro presente en aguas grises.
El gas ozono se disuelve en el agua a través de los ozonizadores y esa mezcla es la que consigue la destrucción de las bacterias y virus gracias a su alta reactividad. Dependiendo de la dosis de ozono inyectada durante el proceso y de la posible combinación con otras técnicas purificadoras (adsorción, osmosis inversa, filtración y proceso químico) obtendremos mayor o menor esterilización y calidad del agua final.
Esta flexibilidad hace que el tratamiento del agua con generadores de ozono se revele como clave para cualquier tipo de tratamiento que haya de cumplir unos estándares normativos de calidad de las aguas. Su versatilidad lo convierte en un recurso de inestimable valor a la hora de diseñar un proceso para purificar las aguas que aspire a los mejores resultados.
0 comentarios:
Publicar un comentario