Factores que determinan las alergias infantiles

Es muy normal que todos los niños disfruten del contacto directo con la naturaleza y con los animales que se encuentran en ella, pero en algunos casos los pequeños pueden sufrir cualquier tipo de alergia con síntomas que les impiden realizar cualquier actividad al aire libre, porque su sistema inmunológico llega a reaccionar de una manera exagerada ante los alérgenos.

Aunque las alergias más comunes en los pequeños son las de tipo alimentario que les provocan molestias estomacales e intestinales, también son muy frecuentes las alergias de la piel como la dermatitis atópica y que puede ser causada por objetos que al entrar en contacto con la piel, provocan erupciones y picores muy molestos. También es muy habitual la rinitis alérgica provocada por los ácaros del polvo, que son unos microorganismos que se alimentan de células muertas de la piel y  que se desprenden a diario de nuestros cuerpos, además de otra serie de sustancias como el epitelio de sus mascotas, el polen o el moho debido a la humedad.

Los niños entre seis meses y un año suelen tener un patrón de manifestación de una alergia que comienza con estreñimiento o diarreas, además de vómitos constantes que suelen producir las alergias de tipo alimentario. Las alergias de la piel pueden darse entre los seis meses de edad hasta los dos años, produciéndose una dermatitis atópica caracterizada por una piel escamosa y rojiza e incluso en algunos casos con urticaria. Desde el primer año de vida hasta los cinco años pueden encontrarse síntomas de asma alérgica o rinitis alérgica y que pueden continuar hasta la edad adulta.

Para combatir y calmar los síntomas de cualquier tipo de alergia es imprescindible acudir a la consulta del pediatra para que administre el tratamiento más adecuado al pequeño. Como método de apoyo se puede utilizar en el hogar y, sobre todo en la habitación donde duerma el niño, un purificador de aire que consigue eliminar de una manera eficaz e inocua para la salud, cualquier tipo de partícula o microorganismo que pueda resultar la causa de que los más pequeños de la casa padezcan esos síntomas tan desagradables y molestos.

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