La tecnología del ozono puede ayudarnos a desinfectar las tuberías y eliminar el mal olor que desprenden en ocasiones.
La inyección de ozono en el agua elimina olores y también la posible toxicidad causada por las incrustaciones, provocando su oxidación y destrucción gracias al poder desinfectante de este gas natural.
Son muchas las causas por las que las tuberías emanan un mal olor. Debido a la humedad que hay en su interior, éstas se convierten en peligrosos nidos de bacterias que el agua ozonizada destruye fácilmente.
El zooplancton presente en agua distribuida a través de ellas, por ejemplo, puede encontrar alimento en la materia orgánica o biopelícula que cubre sus paredes, con el consiguiente peligro de producir malos olores en casa.
Los productos químicos no siempre son eficaces contra estas biopelículas, si bien logran destaponan las tuberías. Otro inconveniente es que se trata de un método agresivo que las deterioran y tan sólo acaba por desplazar el problema unos metros más allá, justo a la zona donde su efecto no ha llegado. Por contra, los ozonizadores solucionan el problema de raíz, eliminando adherencias y malos olores de forma completamente inofensiva.
Sea cual sea su causa, estos problemas se solucionan mediante la instalación de un generador de ozono adaptado a las necesidades de cada hogar para que acabe con la pestilencia. Un equipo doméstico aplicado al inodoro o a cualquier otro lugar de la casa donde deseemos actuar puede eliminar la fetidez que a veces despide las tuberías. Otro consejo para prevenir que las tuberías sufran atascos y sean fuente de malos olores consiste en evitar tirar por ellas desperdicios sólidos, como restos de comida, a los desagües.
En ocasiones puntuales, la situación puede llegar a ser de tal envergadura que requiera de un tratamiento de ozono más intensivo, que siempre deberá valorar un experto para la obtención de los mejores resultados. Igualmente, la fuga de agua de alguna tubería puede dar lugar a la proliferación de malos olores acopañados de mohos, y también en este caso la solución pasa por aplicar ozono bajo orientación profesional.
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