10 de abril de 2012

Eliminar mal olor de la boca con agua ozonizada

El agua ozonizada es un arma eficaz contra el mal aliento. Basta con utilizarla como enjuague bucal después de cepillarnos los dientes para destruir olores de forma tan efectiva como inocua para el organismo.

Gracias al ozono podemos conseguir un aliento fresco, una boca libre de gérmenes y una lengua rosada, sin rastro de halitosis provocado sobre todo por bacterias anaeróbicas productoras de sulfuro.

Su uso habitual a diario, incluso varias veces al día, sustituye perfectamente el uso de colutorios comerciales, que pueden contener sustancias químicas perjudiciales para la salud. Resulta recomendable enjuagarse con agua ozonizada o incluso ingerirla varias veces al día para evitar la infección de heridas abiertas tras una extracción dental, endodoncia o cualquier otra operación dental.

Asímismo, el ozono destruye la bacteria Clostridium, una de las más difíciles de erradicar y responsable de algunos cánceres. También minimiza riesgo de infecciones, ayuda a la cicatrización de las heridas, en la gingivitis y previene las caries, eliminando buena parte de la placa bacteriana.

Este gran efecto higienizante se logra gracias a su tremendo poder germicida, que acaba con las bacterias, hongos y virus de la cavidad bucal, impidiendo que se reproduzcan y sigan produciendo ese olor desagradable que tanto nos limita en nuestra vida social.

Como efecto cosmético, los enjuagues frecuentes con agua ozonizada pueden producir un cierto blanqueamiento de los dientes, debilitando al tiempo el feo aspecto provocado por manchas amarillentas. Por lo tanto, sus beneficios son tantos y sus efectos secundarios tan pocos (nulos), que bien merecen convertir el enjuague con agua ozonizada en un hábito familiar

Al margen de la probada eficacia del agua con ozono en refrescar el aliento, hemos de estar atentos a la aparición de la halitosis como posible síntoma de alguna enfermedad, por lo que siempre resulta conveniente una revisión médica.

Los generadores de ozono domésticos pueden proporcionarnos el agua con la dosis idónea de este gas disuelto en ella para mantener a raya la halitosis. El mismo agua puede servirnos para desinfectar el cepillo de dientes y, en su caso, las dentaduras postizas. Por último, recordemos que ozonizar agua es un proceso que debe realizarse in situ y justo en el momento de utilizarse, pues el efecto no dura más de 25 minutos.


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