El olor a pies es un problema muy común
que no siempre puede solventarse todo lo rápido y eficazmente que desearíamos.
Sin embargo, la tecnología del ozono nos
permite hacerlo de forma sencilla e inocua, en tan sólo unos minutos de
tratamiento.
La eficiencia que se logra con la
ozonización de los zapatos, de los calcetines o de los pies mismos responde a
la gran eficacia que brinda la ozonólisis, un proceso de oxidación que logra
una desodorización e higiene profundas, sin competencia.
De este modo, los ozonizadores
constituyen un arma infalible para acabar con el problema del olor a pies con
gran facilidad. Ya se trate de un ozonizador de agua, aire o mixto, su
actuación puede servir a la perfección para distintas actuaciones que nos
ayuden a acabar con el problema.
Combatir distintos frentes con ozono es
el mejor modo de conseguir que el olor a pies pase a ser un problema del pasado
cuanto antes. Su eficiencia garantiza unos resultados muy exigentes al
respecto. Tanto es así que, hoy por hoy, no existe nada que sea más
recomendable, ya que además el tratamiento resulta inofensivo para la salud y
el entorno en todos los casos.
En el aspecto práctico, los ozonizadores
nos brindan distintas soluciones que, como hemos dicho, son compatibles y
deseables conjuntamente para atajar el
problema de forma integral. En concreto,
un ozonizador de zapatos de diseño específico para ozonizar todo tipo de calzado nos
solventa el problema de los olores del calzado, si bien la limpieza
debería completarse con un lavado de los
pies con agua ozonizada.
Lavarse los pies con regularidad, en
efecto, es fundamental para lograr nuestro propósito, pero hemos de ozonizar el
agua si deseamos una desodorización total y eficaz que, además, mime nuestra
piel. Como es sabido, el ozono consigue una higiene profunda y un gran cuidado
dérmico sin necesidad de geles, limpiadores ni cosméticos de ningún tipo.
A la par, eliminan los olores de la piel
y también acaban con posibles problemas de hongos, ayudando a curar y cicatrizar
pequeñas heridas. De este modo, el ozono disuelto en agua desodorizará nuestros
pies simplemente poniéndolos a remojo unos minutos o durante una ducha o baño.
Otra de las soluciones puede ser el
lavado de los zapatos con agua ozonizada, si bien no todo el calzado admite el
contacto con el agua. De hacerlo, obtendremos unos resultados perfectos de
higienización y desodorización con un lavado a mano o a máquina.
Por último, se aconseja el uso de
calcetines confeccionados con materiales naturales, como el algodón, y lo mismo
sucede con el calzado, siempre preferible si carece de materiales sintéticos y
favorece la aireación del pie.
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