La ozonización del aire de la nevera es
una solución idónea para acabar con los típicos problemas de mezclas de olores y
sabores en el interior del frigorífico. Prevenir su aparición es el modo de actuar
de este dispositivo, diseñado especialmente para solucionar éste y otros
problemas relacionados con el buen sabor de los alimentos y la higiene
alimentaria.
Su uso resulta tremendamente cómodo y
práctico, pues se trata de un dispositivo de pequeño tamaño, que funciona con
pilas y emite una cantidad controlada de ozono de forma automatizada, con lo
que su funcionamiento no nos robará tiempo.
Muy al contrario, ganaremos tiempo y
calidad de vida cada vez que utilicemos los alimentos de la nevera y comprobemos
una óptima higiene ambiental que se traducirá en una mayor seguridad a la hora
de consumirlos y, a su vez, en un mejor sabor y aroma.
De hecho, los alimentos que se conservan
en una atmósfera ozonizada recuperan su olor original gracias a la actuación eficaz
de este gas natural, que acaba con los malos sabores, incluyendo los que
provocan los pesticidas, fertilizantes y otros añadidos químicos. Lograremos,
de este modo, una higiene y desodorización en su superficie, previniendo
también que los olores se mezclen y acaben provocando mezclas de sabores entre
los distintos alimentos.
Los tratamientos regulares de ozono que
realiza el ozonizador de nevera son la solución a estos problemas, con la gran
ventaja de su inocuidad. Si seguimos unas mínimas normas a la hora de almacenar
los alimentos, utilizando tuppers y separándolos de forma conveniente, en
función de las indicaciones del fabricante de la nevera, el ozono será de gran
ayuda para conseguir que cada alimento tenga su propio aroma y sabor originales.
Además de higienizar y prevenir mezclas
organolépticas, el ozono reduce el etileno de la superficie de los vegetales,
con lo que prolongaremos su vida útil de forma significativa. Por último, la
eficiencia de estos aparatos conjuga otras ventajas relacionadas con la
tecnología, como son una gran durabilidad, un mínimo o nulo mantenimiento y un
ínfimo consumo energético.
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