Un buen purificador de aire doméstico necesariamente habrá de
incluir filtros de calidad, que permitan realizar un filtrado del aire máximo
con el fin de retener todo tipo de partículas suspendidas en el aire que
polucionan la atmósfera.

No en vano, el filtrado del aire es un elemento
indispensable y fundamental dentro del funcionamiento de estos equipos, que
trabajan de forma coordinada, sumando distintas tecnologías de vanguardia, cuya
actuación conjunta garantiza los mejores resultados.
Si el equipo dispone de Filtros Hepa (por sus siglas en
inglés, Hig Efficency Particle Arresting o recogedor de partículas de alta
eficiencia), tendremos la certeza de que cuenta con la filtración más eficaz,
pues no existen actualmente filtros más potentes en el mercado.
Su capacidad para eliminar el polvo y partículas de tamaño
microscópico es sorprendente, llegando a filtrar partículas que son la décima
parte del micrón, lo que equivale a tener un control de la calidad del aire.
En concreto, los filtros Hepa tienen diferentes niveles de
filtrado, que consiguen atrapar micropartículas de polvo de distintos tamaños,
si bien en todos los casos su eficacia es mayor a la de cualquier otro filtro,
lo que los convierte en una herramienta de purificación de ambientes
imprescindible para asmáticos y personas alérgicas en general, que se adapta a
las distintas necesidades de purificación. A su vez, mejorará la calidad ambiental reteniendo
contaminantes de todo tipo, lo que supondrá un gran alivio y confort para toda
la familia.
Por último, la gran ventaja de los modernos purificadores de
aire domésticos es la inclusión de otras tecnologías que, junto con el filtro
Hepa y filtros de carbón activo logran un tratamiento del aire a la carta. Se
obtienen resultados inmejorables tanto en higiene como en eliminación de
olores, tanto mediante tratamientos de choque como constante, gracias a
programaciones automatizadas que incluyen sensores para una actuación
inteligente en todo momento.
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